jueves, 12 de mayo de 2011

El jefe de gabinete brindó el informe semestral de gestión en el Senado

"Las consultoras le mienten al pueblo”

Aníbal Fernández respondió durante horas las preguntas de los legisladores. Entre ellas, los motivos por los cuales se decidió multar a quienes no explican cómo miden la inflación. Acusó a Gerardo Morales de no animarse a debatir.

Felipe Yapur fyapur@tiempoargentino.com.ar

Esta vez el turno era en el Senado.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, llegó a la Cámara alta para dar su informe de gestión.
Fueron cinco horas exactas de preguntas y respuestas. En ese lapso, Fernández miró fijo a los ojos del vicepresidente, Julio Cobos, cuando justificó –entre otros temas que trató– la decisión de multar a las consultoras privadas que miden el Índice de Precios al Consumidor (IPC): “Le mienten al pueblo argentino y no podemos permitirlo.” Cobos no le sostuvo la mirada.
El jefe de los ministros se ubicó en una mesa semicircular junto a su viceministro Oscar González.
Abrió su iPad y desde allí fue extrayendo el material necesario para responder a las preguntas de los senadores. A diferencia de lo que se estila, Fernández evitó hacer primero una presentación y se dedicó a satisfacer las inquietudes de los legisladores.
El tema de las multas a las consultoras fue parte de una de las preguntas que le hizo la puntana Liliana Negre de Alonso. El jefe de Gabinete no se anduvo con vueltas. Le dijo primero que no debía confundir el costo de la vida con el IPC: “Es un número de referencia. Se usan los 440 productos publicados en el Indec, pero las muestras se toman en lugares secretos. Todos los días van y se levantan los precios y se necesita un ejército para hacer eso porque si no es imposible.” Esta descripción es lo que le permite a Fernández asegurar que “ninguna de las consultoras puede hacer este trabajo”, y por eso dijo que los propietarios de esas empresas en realidad “revolean y no calculan” el índice que después publican. “Le mienten al pueblo argentino y le afanan al que les paga. Por eso sancionamos a los que hacen eso”, aseguró.
La senadora numeraria del Opus Dei creyó encontrar un argumento con el que hacer tambalear la firmeza de las respuestas de Fernández. Le recordó que el propio Hugo Moyano dijo que “el mejor índice no es el que publica el Indec sino el que obtiene en el supermercado”. Contrariamente a lo esperado, Fernández provocó una sonrisa de propios y extraños, cuando dijo que “mi amigo Hugo Moyano se equivoca cuando dice eso porque al decir eso se refiere al costo de la vida y no del IPC. Puede decir cuánto gasta una familia pero nada tiene que ver con el índice que mide el Indec.” El presidente de la comisión de Salud, el radical José Cano, buscó también golpear al ministro cuando criticó la política del gobierno con respecto a las obras sociales sindicales.
Quiso saber si “es desidia o inoperancia” el no haber distribuido los 6783 millones de pesos del APE (Administración de Programas Especiales) que reclaman las obras sociales.
Sin mirarlo, Fernández le dijo que esos dineros están depositados en una cuenta del Banco Nación.
Eso sí, le advirtió que “no se van a distribuir porque así lo dice la ley” y, además, porque “la función de la APE es compensar las diferencias que tienen las obras sociales por los tratamientos de alta complejidad”.
La senadora del Peronismo Federal, Sonia Escudero, le preguntó sobre la “demorada” radarización del país y su relación con el crecimiento del narcotráfico. El jefe de ministros fue contundente: “La Argentina es un país de tránsito”, dijo primero, y luego anticipó que en 2013 todo el país estará cubierto por los radares que produce el Invap en La Rioja. Eso sí, anticipó que el gobierno de Cristina Fernández no avalará el tratamiento de una ley que autorice derribar aviones sospechados de transportar drogas: “Nuestro gobierno está en contra de la pena de muerte y no apoyamos una ley de ese tipo.” El único que no hizo preguntas fue Gerardo Morales, que aprovechó su turno para fustigar al ministro y al gobierno sin aceptar que Fernández pudiera responder.
“Usted no me deja responder: usted sólo quiere escucharse a sí mismo.
Morales me tiene terror por eso no quiere debatir conmigo”, le dijo Fernández, pero ya no había tiempo, la sesión había terminado.

Publicado por Tiempo Argentino, Argentina, pág. 7, el 12 de mayo de 2011.

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