martes, 14 de octubre de 2008

El socialista Oscar González lamenta la muerte de Nicolás Casullo

Había sido internado el miércoles

Murió ayer el escritor y docente Nicolás Casullo

Murío Nicolás Casullo. Así de simple fue el golpe que recibieron ayer los compañeros, amigos y colegas del escritor y docente que se encontraba internado desde el miércoles en el sanatorio Ottamendi de esta capital. Desde ayer en la tarde está siendo velado en la Biblioteca Nacional, ubicada en Agüero 2502.

Este intelectual comprometido, militante de la palabra y ligado al grupo Carta Abierta, que defendió los postulados del gobierno de Cristina Fernández frente al conflicto con las entidades del campo, tuvo también un compromiso social y político durante la época de los ‘70 que lo condujo al exilio. Compromiso que prosiguió a su regreso al país, siempre a través de la discusión, las clases y sus escritos.

Fue ensayista, novelista y sobre todo docente que ejerció formalmente en la carrera de Comunicación Social en la UBA, además de la Universidad de Quilmes.

Dirigió hasta el final también la revista Pensamiento de los Confines.
José Pablo Feinman, al rememorarlo, menciona que en su ultimo libro Las cuestiones (2007), "Casullo aborda el tema de la violencia a partir de una carta del filósofo Oscar del Barco que golpeó mucho entre la intelectualidad porque planteaba el 'no mataras' como eje de la discusión, un tema que él retoma y desarrolla aún más".

Sus numerosos ensayos están centrados en recuperar la memoria, historia y trayectoria de la lógica social, ideológica y política para reponer una crítica cultural que no sólo impulse estudios parciales, sino que cuestione los fundamentos de la sociedad.

Entre ellos se encuentran Comunicación, la democracia difícil de 1985; El debate modernidadposmodernidad, de 1989; Viena del 900, la remoción de lo moderno, editado en 1990; e Itinerarios de la modernidad, de 1994.

Fue director de la Maestría de Comunicación de la UBA y miembro de la Comisión de Doctorado de la Facultad de Ciencias Sociales, en donde dirigió la revista Pensamiento de los Confines, una publicación de pensamiento contestatario, que buscaba reponer una mirada crítica, profunda y radicalizada sobre la sociedad actual.

Publicó su primera novela en 1969, titulada Para hacer el amor en los parques.

Después seguirían El frutero de los ojos radiantes en 1984 y La cátedra, en 2000.

Este prolífico intelectual fue también profesor de Estética, Historia de las Ideas e Historia del Arte. Su dedicación apuntaba en todo momento a recuperar la escritura como momento de investigación y de iluminación. Incansable e inconformista, expresó en sus obras su rechazo y disgusto respecto de cómo se presenta y cómo se discute en la actualidad la condición social, histórica y humana.

Las reacciones de sus pares y amigos llegaron pronto. El secretario de Relaciones Parlamentarias de la Nación, Oscar González, quien compartió los años de exilio durante la dictadura en México, expresó su pesar y lo definió como "ciudadano ejemplar e intelectual comprometido".

Destacó que Casullo "continuó hasta el final de sus días con su compromiso de juventud, a través de Carta Abierta.

Igualmente la Secretaría de Derechos Humanos de la Nacíon expresó ayer que el fallecimiento de Casullo es una "sensible pérdida para la cultura nacional" y resaltó que dicho intelectual fue "un hombre comprometido con su tiempo" y "un claro defensor de los derechos humanos". En el comunicado se recordó que "como otros, frente al terrorismo de Estado, el escritor debió exiliarse en noviembre de 1974 y permaneció fuera del país hasta el fin de la dictadura"

Publicado por el diario BAE el miércoles 14 de octubre de 2008

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