martes, 1 de marzo de 2011

La presidenta inaugura el período de sesiones ordinarias del Congreso

Felipe Yapur

En el Congreso está todo listo para la Asamblea Legislativa, donde la presidenta Cristina Fernández leerá, por primera vez, su discurso de inauguración del período ordinario de sesiones del parlamento. Se prevé que haga un pormenorizado repaso de cada una de las áreas de gobierno y de los avances de su gestión. Uno de los ejes será la política de seguridad del gobierno y –según fuentes de la Casa Rosada– podría incluir el anuncio del traspaso al Ministerio del Interior de la confección de los pasaportes y las cédulas de identidad, hoy en manos de la Policía Federal.
Mientras tanto, ayer el Senado ratificó en una veloz sesión a sus autoridades, dejando para más adelante los temas de fondo de la tarea parlamentaria.
La organización de la apertura de las sesiones ordinarias corre por cuenta de la presidencia del Senado, a cargo de Julio César Cleto Cobos. El actual vicepresidente que con este acto comienza a recorrer las últimas etapas en la conducción de la Cámara Alta, será uno de los que tendrá que recibir a la presidenta cuando llegue, cerca de las 11:45, al Congreso.
También recibirá a Cristina una comisión de senadores y diputados elegidos para la ocasión. Poco después comenzará el discurso que, según informó la web presidencial, será leído por la mandataria que romperá con su costumbre de hacerlo de memoria.
La otra característica que tendrá esta Asamblea Legislativa es que en las bancas estarán sentados buena parte de los precandidatos presidenciales, e incluso algunos aspirantes a gobernar provincias. Así, por la UCR podrá verse al diputado Ricardo Alfonsín y al senador Ernesto Sanz. En el sector de Proyecto Sur estará el diputado Fernando Solanas y el Peronismo Federal mostrará al precandidato presidencial Felipe Solá. Entre los aspirantes a gobernador estarán los diputados Francisco de Narváez (PJ Federal) y Margarita Stolbizer del GEN. La única de las precandidatas que estará ausente es la ex radical y líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió.
Mientras en el recinto de Diputados se realizaban los preparativos de último momento, en la Cámara Alta los senadores ratificaron sus autoridades. En una sesión que duró apenas siete minutos, José Pampuro (FPV) fue confirmado como presidente provisional.
En tanto que el radical Juan Carlos Marino continuará siendo vicepresidente de la Cámara Alta. Los peronistas federales, Juan Carlos Romero y Roberto Basualdo fueron reelectos como vicepresidente primero y segundo, respectivamente.
La escasa duración de la sesión preparatoria se debió a un acuerdo alcanzado entre los bloques, dejando los temas complicados para una sesión prevista para el 16 de marzo. Ese día el oficialista Frente para la Victoria buscará modificar la constitución de tres comisiones estratégicas como son Asuntos Constitucionales, Acuerdos y Presupuesto y Hacienda. A principios de 2010 y cuando el Grupo A todavía existía, la oposición modificó la composición de estas comisiones sin respetar la proporcionalidad y dejó al FPV con la presidencia pero en franca minoría. Ahora, el jefe del bloque oficialista, Miguel Pichetto presentó un escrito de cuatro carillas en el que le solicita a Cobos que se reorganicen esas comisiones por entender que se produjo “una modificación en la representación política del plenario”. No lo dice Pichetto en su nota pero se refiere a que las senadoras Roxana Latorre (PJ Santa Fe) y la rionegrina María José Bongiorno (Frente Grande), han retornado –aunque manteniendo su independencia– a las huestes oficialistas.
No le resultará fácil al oficialismo alcanzar este objetivo. Por caso, el jefe del bloque radical, Gerardo Morales, buscó una figura algo exagerada para rechazar el pedido oficialista: “Salvo que hagan un golpe de Estado, no se pueden revisar las comisiones.”

Por un debate más racional y fructífero


Oscar González. Secretario de Relaciones Parlamentarias.

Este nuevo período de sesiones sucede a un año legislativo escuálido, pero lleno de intentos opositores por obstruir la acción del gobierno, que comenzó con la apropiación ilegal de la mayoría de las comisiones y culminó en la dispersión del conglomerado opositor y el fracaso abrumador de casi todas sus iniciativas. La oposición no pudo aprovechar su predominio numérico para hacer del Parla- mento el escenario de una ruidosa derrota oficial y el poder de fuego de los medios monopólicos no pudo quebrar la dinámica desplegada por el Ejecutivo que, pese a la exasperación opositora, durante los tres períodos parlamentarios inaugurados por la presidenta obtuvo triunfos decisivos: recuperación de la aerolínea de bandera, movilidad jubilatoria, recuperación del sistema público previsional, Ley de Medios, matrimonio igualitario y Salud Mental.
Para el gobierno, el Congreso debe asumir su rol para debatir y confrontar ideas, consensuar y perfeccionar proyectos. Sin embargo, la oposición ya anunció su intención de utilizar el recinto con propósitos estentóreos como la insensata propuesta del 82% móvil. Desde el Ejecutivo y los bloques afines se seguirán impulsando reformas progresistas: nuevo régimen de trabajo agrario, interés público de la producción de papel de diario, cambio de la Ley de Quiebras para favorecer a las empresas recuperadas, reforma de la Ley de Entidades Financieras, participación obrera en las utilidades, entre otras. Aunque lo electoral complique quórum y dilate dictámenes, ojalá haya debates más fructíferos y que la oposición actúe con racionalidad y se olvide de la táctica del puro estrépito.

Publicado por el diario Tiempo Argentino, Argentina, pág. 4, el 1° de marzo de 2011.



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